¿Qué son los campos electromagnéticos (EMF)?
Los campos electromagnéticos (EMF) constituyen líneas de fuerza invisibles que se generan cada vez que se produce o utiliza electricidad.
Se originan principalmente a partir de líneas eléctricas, instalaciones eléctricas y equipos eléctricos. La frecuencia de estos campos se mide en hercios (Hz), es decir, ciclos por segundo. Aunque las personas están expuestas a campos eléctricos y magnéticos, los investigadores prestan mayor atención a los campos magnéticos. Esta información se centra únicamente en los campos magnéticos con frecuencias cercanas a 60 Hz, que es la frecuencia estándar de la corriente eléctrica en Norteamérica.
¿Qué se sabe sobre la exposición a EMF en el entorno laboral?
Los trabajadores pueden estar expuestos a campos magnéticos elevados si operan cerca de sistemas eléctricos que consumen grandes cantidades de energía (por ejemplo, grandes motores, generadores o cables de alimentación de edificios). También se encuentran campos magnéticos elevados cerca de herramientas como sierras mecánicas, taladros, fotocopiadoras, sacapuntas eléctricos y otros dispositivos pequeños. La intensidad del campo magnético depende del diseño del equipo y de la cantidad de corriente que circula por él, no del tamaño, complejidad o voltaje del equipo. Aunque algunos equipos eléctricos generan EMF a diferentes frecuencias, la mayoría de los estudios de salud solo han considerado las frecuencias cercanas a los 60 hercios.
¿Cuáles son algunas exposiciones típicas a EMF en el trabajo?
Las exposiciones a EMF en muchos trabajos aún no se han medido, pero la siguiente tabla muestra las exposiciones medias a campos magnéticos para trabajadores típicos que utilizan equipos eléctricos. Las exposiciones durante un turno de trabajo varían según la intensidad del campo magnético, la distancia entre el trabajador y la fuente de EMF, y el tiempo pasado en el campo. Para comparar, la tabla también presenta las exposiciones de los trabajadores fuera del horario laboral.
¿Los campos electromagnéticos (EMF) provocan cáncer u otros problemas de salud?
Investigaciones han indicado que ciertos trabajadores expuestos a campos magnéticos intensos muestran tasas más altas de cáncer. Sin embargo, estas asociaciones no prueban de manera concluyente que la exposición a los EMF sea la causa del cáncer (así como el hecho de que los pájaros y girasoles aparezcan simultáneamente en primavera no implica que uno cause la presencia del otro). Los expertos han evaluado exhaustivamente todas las pruebas relacionadas con los EMF, pero no están unánimemente de acuerdo sobre sus efectos en la salud, excepto en reconocer que se requiere información más precisa.
¿Qué revelan las investigaciones sobre los efectos de los EMF en la salud de los trabajadores?
Numerosos estudios han registrado pequeños aumentos en la incidencia de leucemia o cáncer cerebral en grupos de personas que viven o trabajan cerca de campos magnéticos intensos. Sin embargo, otros estudios no han encontrado tales incrementos. Los resultados más significativos provienen de seis estudios recientes en los que los trabajadores llevaban dispositivos de monitoreo de EMF para medir sus exposiciones. Con la excepción de un estudio, todos estos hallaron tasas de cáncer notablemente más altas en hombres expuestos a más de 4 miligauss durante un día laboral. Aunque estos estudios arrojan datos valiosos, aún discrepan en aspectos clave, como el tipo específico de cáncer asociado con las exposiciones a EMF. Por lo tanto, los científicos no pueden afirmar con certeza si las tasas elevadas de cáncer se deben exclusivamente a los EMF o si intervienen otros factores. Además, investigaciones preliminares también han vinculado los EMF del entorno laboral con el cáncer de mama, y un estudio ha sugerido una posible relación entre la exposición ocupacional a los EMF y la enfermedad de Alzheimer.
Dada la limitación de datos de todos estos estudios, los científicos no pueden llegar a conclusiones definitivas. Sin embargo, se está llevando a cabo un esfuerzo nacional de investigación, y se esperan más resultados en los próximos años.
¿Se han establecido límites para la exposición de los trabajadores a los campos electromagnéticos (EMF)?
Dado el nivel de incertidumbre científica, no se ha propuesto ni implementado ningún límite federal en los Estados Unidos para la exposición de los trabajadores a los EMF. Dos entidades privadas han creado directrices para salvaguardar a los trabajadores de los efectos adversos de exposiciones extremadamente altas (aquellas que son hasta 1,000 veces superiores a las típicas en entornos laborales). Sin embargo, estas directrices no abordan los posibles efectos en la salud derivados de exposiciones bajas a EMF que suelen encontrarse en el lugar de trabajo.
¿Deberían los trabajadores y empleadores esforzarse por reducir la exposición a los EMF?
El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) y otras entidades gubernamentales no consideran los EMF como un riesgo confirmado para la salud. Aunque algunos estudios han vinculado exposiciones elevadas a campos magnéticos con un mayor riesgo de cáncer, el gobierno seguirá investigando los EMF. Mientras tanto, los trabajadores y empleadores preocupados pueden considerar medidas sencillas y económicas para reducir la exposición a los EMF:
- Educar a los trabajadores y empleadores sobre los posibles riesgos de los campos magnéticos.
- Incrementar la distancia entre el trabajador y la fuente de EMF. Dado que los campos magnéticos disminuyen considerablemente a unos 3 pies de la fuente, los trabajadores pueden alejarse de equipos eléctricos, y las estaciones de trabajo pueden ser reubicadas fuera de este radio de 3 pies de las fuentes más intensas de EMF.
- Utilizar diseños de baja emisión de EMF cuando sea posible (por ejemplo, en la disposición de la distribución de energía eléctrica en la oficina).
- Limitar el tiempo de exposición a los EMF. Sin embargo, ninguna medida debe tomarse para reducir la exposición a los EMF si esto implica aumentar el riesgo de peligros ya demostrados para la seguridad o salud, como el riesgo de electrocución.
