La exposición a los campos electromagnéticos, producidos por líneas de alta tensión y estaciones de transformación, específicamente a una frecuencia de 50 hercios (50 Hz), suscita preocupación debido a los posibles efectos adversos para la salud humana.
Los campos electromagnéticos (a menudo llamados «CEM») están compuestos por dos elementos: el campo eléctrico y el campo magnético. La controversia sobre los posibles efectos en la salud humana se centra en el componente magnético de los CEM de baja frecuencia, es decir, los campos magnéticos.
¿Qué son los campos magnéticos?
Los campos magnéticos se generan debido al movimiento de cargas eléctricas. Cuando hay una corriente eléctrica, se produce un campo magnético cuya magnitud depende de la intensidad de la corriente: a mayor corriente, mayor será el campo magnético. Estos campos son más intensos cerca de su origen y disminuyen rápidamente con la distancia. Los materiales comunes, como las paredes, no bloquean estos campos.
Nos referimos principalmente a los campos magnéticos en la frecuencia de la red eléctrica de 50 Hz, conocida como «frecuencia extremadamente baja» (FEB).
Las principales fuentes de estos campos de FEB son las redes de suministro eléctrico (transformadores, líneas de alta tensión, etc.), los cables de suministro y todos los aparatos eléctricos.
Normativa vigente sobre exposiciones a los campos magnéticos
En España, el Real Decreto 1066/2001 establece un límite de exposición máximo para el público de 100 microteslas (100,000 nanoteslas) para campos electromagnéticos a 50 Hz. Estos valores están basados en la recomendación del Consejo de Europa del 12 de julio de 1999, que a su vez se basa en la guía de la Comisión Internacional para la Protección contra la Radiación no Ionizante (ICNIRP) de 1998. Esta organización, reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), evalúa estudios científicos globales y establece límites de exposición recomendados.
En 2010, la ICNIRP aumentó el límite de exposición para el público a 200 µT, pero no se ha previsto ningún cambio en la legislación estatal.
Límite de exposición legal (España/UE): 100 microteslas (equivalente a 100,000 nanoteslas)
Para frecuencias entre 1 Hz y 1 MHz, que incluye la frecuencia de 50 Hz, las recomendaciones establecen límites de exposición para evitar efectos nocivos en el sistema nervioso, el único efecto demostrado científicamente. Así, la normativa española considera que exposiciones por debajo de 100 microteslas no tienen efectos nocivos en la salud humana.
La normativa y niveles de referencia para trabajadores son distintos y están detallados en el RD 299/2016 (1000 microteslas).
Controversia científica y niveles cautelares
Existe controversia sobre otros posibles efectos nocivos, sospechados pero no comprobados, como la posible relación entre campos magnéticos y cáncer. Algunos científicos proponen revisar los límites de exposición. La ICNIRP ha indicado que algunos estudios epidemiológicos sugieren un ligero aumento del riesgo de leucemia infantil asociado a niveles de campos magnéticos de 0,4 microteslas (400 nanoteslas). Esto llevó al Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la OMS a clasificar estos campos magnéticos como posiblemente cancerígenos.
En sus recomendaciones de 2010, la ICNIRP reconoció que la exposición crónica a campos magnéticos de baja intensidad (0,3 – 0,4 microteslas) está asociada con un aumento en el riesgo de leucemia infantil, aunque la falta de una causalidad establecida significa que este efecto no se puede abordar en las restricciones básicas.
La investigación sobre los mecanismos de acción continúa. En una publicación de 2012, los investigadores revisaron 34 estudios sobre la genotoxicidad de los campos magnéticos de baja frecuencia y concluyeron que hay evidencias de capacidad genotóxica, aunque no se ha identificado un claro mecanismo de acción. También queda por determinar las consecuencias biológicas de estas lesiones cromosómicas.
Nivel de acción recomendado: 0,3 microteslas (equivalente a 300 nanoteslas)
Debido a esta incertidumbre, se recomienda aplicar el principio de «evitación prudente», reduciendo las exposiciones a campos magnéticos que puedan evitarse con mínimas inversiones. En particular, esto es importante para niños y mujeres embarazadas. Se sugiere un nivel de acción de 0,3 microteslas (300 nanoteslas).
Interpretación de sus mediciones
El nivel de referencia de 0,3 microteslas se refiere a exposiciones permanentes, no de corta duración. Por tanto, nos interesan principalmente los niveles de campo magnético en los espacios donde las personas pasan la mayor parte del tiempo, como salones y dormitorios, especialmente en las camas de los niños. Generalmente, las mediciones deben hacerse a una altura de 1 metro del suelo, o al nivel de la cabeza. Sin embargo, si hay niños pequeños, también debemos considerar los niveles cerca del suelo.
El nivel de acción de 0,3 microteslas se sugiere debido a la clasificación del IARC, pero no debe considerarse un umbral entre «seguro» y «nocivo», sino como una práctica de evitación prudente. Habitualmente, los niveles en las viviendas están por debajo de este nivel, pero si se superan, se recomienda tomar medidas para reducir la exposición.